El filme ‘Don’t Look Up’ (No mires arriba) no creo que esté limitado a brindar una perspectiva inusual, por cierto muy inteligente y alejada de los ‘teques’ que recibimos por diferentes medios acerca del calentamiento global y el peligro para la humanidad, considero que va un tanto más allá de ese laudable objetivo, para mi es una confrontación entre la ciencia y la futilidad de un gobierno que debería utilizar la misma como una herramienta y no optar por hacer caso omiso e inclusive burlarse de los científicos.
Cuál es el mensaje de que los dos científicos que han descubierto la mortal amenaza al planeta sean trasladados a Washington en un C-130 sin la más mínima comodidad para reunirse con el DR. Oglethorpe, el un tanto pusilánime jefe del Departamento de Coordinación de Defensa Planetaria[1] que prefiere que lo llamen Teddy, como los ositos de peluche, y un General de tres estrellas que se presenta como un enviado del Pentágono “para lo que sea que resulte de esto” vendiéndole a los científicos un merienda y agua que él ha tomado gratuitamente del ‘pantry’ de la Casa Blanca para después retirarse y alegar que tiene algo más importante que hacer.
Mientras los comisionados para informarle a la Presidente de los EE.UU. sobre la amenaza esperan paciente e infructuosamente a las puertas del Despacho Oval, y se hace de noche, en la misma se festeja el cumpleaños de Patty, una oficinista, se discute la situación del propuesto y evidente inaceptable candidato al Tribunal Supremo. Mientras esto ocurre las noticias del día no es la amenaza del cometa sino la ruptura de una cantante con su novio. La Presidente se retira y su hijo le informa a los científicos que la reunión será al día siguiente y los ubica en un motel de mala muerte.
En los medios de prensa el tratamiento a los científicos no es mejor que el recibido en la Casa Blanca, el periódico al que le dan la información le retira el apoyo cuando baja el tráfico en la Web y el gobierno niega, sin pruebas, algunos aspectos de la historia publicada. En la TV los resultados son peores, no quieren que se informen de desgracias ni que la científica explote pretendiendo informar sobre la gravedad del asunto, queda vedada para siempre a el programa que prefiere las cosas más simples y menos dramáticas en aras de mantener el ‘rating’.
Ahora, tristemente, tenemos en Florida un ejemplo real de un gobierno que en lugar de aceptar el mensaje que brinda la ciencia opta por ignorarlo y poner así en riesgo la salud e incluso la vida de los floridanos.
Con nuevos casos de COVID alcanzando niveles récord[2] en Florida debido a la variante ómicron, ─Florida ocupa el noveno lugar nacionalmente por el número de contagios por 100 mil habitantes─ el gobernador Ron DeSantis quiere que le envíen entre 30.000 y 40.000 dosis más de tratamientos con anticuerpos, es decir que en lugar de promover la vacunación lo que reclama es un paliativo para los ya contagiados que de acuerdo con la opinión de los médicos tiene poco efecto frente a la nueva variante del virus. Prefiere ni mencionar las vacunas[3] por temor que le pase lo mismo que a su ídolo Trump, que pretende emular, que fue abucheado por algunos de sus seguidores cuando mencionó que había tomado una nueva dosis de la vacuna.
No siendo suficiente ese desprecio por la ciencia ahora pretende que la población no acuda a los centros de diagnóstico si no resultan evidentes los síntomas de estar infectados con el covid-19, y para ello ha orientado a la marioneta que eligió como Cirujano General para que establezca las normas y así limitar los test ¡genial! Gracias a esa absurda propuesta los asintomáticos irán por ahí esparciendo la pandemia, resulta evidente que lo que realmente quiere es que no crezcan las estadísticas de infectados bajo su administración y con ello pone en riesgo, una vez más, la salud de los floridanos que al parecer no le están haciendo ningún caso y atiborran con largas filas esos centros de diagnóstico.
Mientras tanto la prensa local continúa inundándonos con futilidades y no aborda, con la extensión y profundidad necesaria, la situación real, la necesidad de las vacunas y no analiza y destaca las inconsecuencias de las medidas del gobierno de Florida. Por suerte los floridanos, como ya mencionamos, prefieren hacer las largas filas que podrían ser menores si los gobernantes ampliaran el número y los horarios de los centros de diagnóstico.
Desgraciadamente no tenemos ningún pintoresco ‘bronteroc’ que le ajuste las cuentas a este letal personaje.
[1] Planetary Defense Coordination Office es un departamento real de la NASA con la misión de proporcionar detección temprana de objetos potencialmente peligrosos, de objetos cercanos a la Tierra cuyas órbitas predicen que llegarán a menos de 5 millones de millas de la órbita de la Tierra, y de un tamaño lo suficientemente grande como para causar daños significativos en la Tierra.
[2] En la semana final del 2020 los casos de contagio en Florida llegaron a 83,711 en 2021 en esa última semana la cifra se disparó a 298,455 es decir que se multiplicó por 3.5 veces.
[3] El tema de si el gobernador se ha vacunado o no se ha convertido en un ‘secreto de estado’ Ver: https://nymag.com/intelligencer/2022/01/ron-desantis-wont-say-booster-shot-covid-vaccine-disclose.html
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