En el contexto de las renovadas relaciones EEUU-Cuba, a semanas de su viaje a la isla, el presidente Barack Obama acaba de modificar la Declaración de Emergencia contra Cuba aprobada en 1996, a raíz del ataque de cazas MiG cubanos contra tres avionetas de Hermanos al Rescate.
Cuatro personas sobrevivieron al ataque con misiles ocurrido el 24 de febrero de 1996; pero cuatro pilotos de la brigada humanitaria perdieron la vida: Carlos Alberto Costa, Mario de la Peña, Pablo Morales y Armando Alejandre Jr.
La proclamación emitida inicialmente por el presidente Bill Clinton el 1 de marzo de 1996, buscaba hacer frente a la amenaza de una perturbación de las relaciones internacionales como consecuencia del derribo de las avionetas.
Posteriormente, el 26 de febrero de 2004, Estados Unidos extendió el estado de emergencia para negar cualquier apoyo económico y material al Gobierno de La Habana.
La declaración firmada hoy, justo cuando se conmemora el 20 aniversario de la tragedia, aclara el nuevo marco de las relaciones EEUU-Cuba, en el que ambos Gobiernos han cooperado en diversas áreas, y la voluntad de Washington de continuar el proceso de normalización.
La proclama aclara que el embargo comercial se mantiene sobre la isla y que la endeble economía cubana alienta un flujo migratorio masivo que representa un peligro desestabilizador para la seguridad nacional de Estados Unidos.
El presidente Obama considera que las descripciones de emergencia nacional establecidas en proclamas anteriores ya no reflejan las relaciones de Estados Unidos con Cuba; y destaca los siguientes puntos:
· Una migración masiva desde Cuba podría poner en peligro la seguridad de Estados Unidos.
· La entrada no autorizada de buques sujetos a la jurisdicción de Estados Unidos en las aguas territoriales de Cuba está en violación de la ley estadounidense y es contrario a la política de Estados Unidos.
· La entrada no autorizada de embarcaciones de bandera de Estados Unidos en aguas territoriales cubanas es perjudicial para la política exterior de Estados Unidos y en contra de la finalidad de la Orden Ejecutiva 12807, que consiste en garantizar, entre otras cosas, la migración segura, ordenada y legal.
· La posibilidad de entradas no autorizadas a gran escala de los buques registrados en Estados Unidos perturbaría las relaciones internacionales de Estados Unidos, al facilitar una posible migración masiva de ciudadanos cubanos.
Por ello, el Presidente ordena al Secretario de Seguridad Nacional «regular el anclaje y movimiento de cualquier buque, nacional o extranjero, en las aguas territoriales de Estados Unidos, que puede ser utilizado, o es susceptible de ser usado en aguas territoriales cubanas y que pueden crear condiciones peligrosas, o dar lugar a transacciones no autorizadas, y con ello propiciar el peligro una perturbación de las relaciones internacionales».
Además, autoriza a inspeccionar cualquier buque, nacional o extranjero, colocar guardias en cualquiera de dichos buques; retirar los oficiales y la tripulación cuando sea necesario para asegurar los derechos y obligaciones de Estados Unidos.
El Presidente ha ordenado la colaboración de otras agencias federales y estatales, departamentos, agencias, funcionarios y otras dependencias, para garantizar la seguridad nacional:
«Insto a todos los funcionarios estatales y locales a cooperar con las autoridades federales y tomar todas las acciones, dentro de su legítima autoridad, necesarias para impedir la salida no autorizada de buques que deseen entrar en aguas territoriales de Cuba».
Obama ha determinado que sean sustituidas las disposiciones de la Proclama firmada por Clinton el 1 de marzo de 1996 y ampliada por la Proclamación del 26 de febrero de 2004, por George W. Bush, que sean incompatibles con las disposiciones del presente anuncio.
El año pasado
En febrero del 2015, casi tres meses después del anuncio de la normalización de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana, el Presidente de Estados Unidos renovó un año más la Declaración de Emergencia contra Cuba alegando que:
«El Gobierno cubano no ha demostrado que se abstendrá del uso de fuerza excesiva contra buques o aeronaves estadounidenses que pueden participar en actividades conmemorativas o protestas pacíficas al norte de Cuba».
Hermanos al Rescate
El exilio en Miami rinde homenaje este 24 de febrero a las víctimas del derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate por parte de la fuerza aérea cubana, una tragedia que marcó un hito en la historia de la diáspora cubana.
Ese sábado, en un lapso de siete minutos, fueron fulminadas dos avionetas en el espacio aéreo internacional.
La Habana alegaba que las naves violaron el espacio aéreo cubano. Lo cual fue desmentido por peritajes internacionales y la Organización Internacional de la Aviación Civil y Washington aseguraba que se encontraban en espacio aéreo internacional, al norte de la isla.
Años después, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) desmanteló en 1999 la llamada Red Avispa, con decenas de espías. Cinco agentes cubanos fueron convictos en Estados Unidos. El jefe de la red, Gerardo Hernández, fue condenado a cadena perpetua por su participación en el derribo de las avionetas.
Expertos han apuntado que el derribo de las avionetas permitió a
Fidel Castro desplegar una ofensiva contra la oposición interna y la coalición opositora Concilio Cubano, que había ganado reconocimiento en Europa.
El texto íntegro de la Declaración firmada por Clinton
Buenas tardes. Hace dos días, a plena luz del día y sin justificación, aviones militares cubanos derribaron dos avionetas civiles en el espacio aéreo internacional. Esfuerzos de búsqueda y rescate de la Guardia Costera, que comenzaron inmediatamente después de haber recibido la noticia del incidente, no han podido encontrar a ninguna de las cuatro personas que estaban a bordo de las avionetas.
Estos pequeños aviones no estaban armados y eso estaba claro. Las autoridades cubanas lo sabían. Las avionetas no representaban ninguna amenaza creíble para la seguridad de Cuba.
Aunque el grupo que operaba los aviones había entrado antes, en otros vuelos, en el espacio aéreo cubano, esto no es excusa, ni proporciona – quiero enfatizarlo – ninguna base jurídica bajo la ley internacional para el ataque. Seamos claros: este derribo de aviones civiles fue una violación flagrante del derecho internacional. Es inapropiado, y Estados Unidos no lo va a tolerar.
El ataque del sábado es una prueba más de que La Habana está más desesperada en sus esfuerzos por negar la libertad al pueblo de Cuba. También para el sábado Concilio Cubano, una coalición que busca llevar la democracia a Cuba, había planeado una jornada de discusión y debate pacíficos. En su lugar, en los días previos a la reunión, decenas de activistas fueron detenidos. Dos de ellos ya han sido condenados a largas penas de prisión. Ellos se unen a cerca de 1.000 más que están en prisión en Cuba únicamente por sus deseos de libertad.
Ahora, el derribo de estos aviones exige una respuesta firme, tanto por parte de los Estados Unidos como de la comunidad internacional. Me complace que hoy la Unión Europea haya condenado enérgicamente esta acción.
Anoche, siguiendo instrucciones mías, la Embajadora (de EE.UU. en la ONU Madeleine) Albright convocó a una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para condenar la acción cubana y para explicar las sanciones a Cuba hasta que se comprometa a cumplir con su obligación de respetar los aviones civiles y compense a los familiares de las víctimas.
También estoy ordenando hoy las siguientes medidas unilaterales:
En primer lugar, estoy pidiendo al Congreso que apruebe una legislación para proporcionar compensación inmediata a las familias, algo a lo que tienen derecho en virtud de la ley internacional, a partir de los activos cubanos congelados aquí en los Estados Unidos. Si el Congreso aprueba esta legislación, podremos ofrecerles compensación inmediata.
En segundo lugar, me apresuraré a llegar a un acuerdo con el Congreso sobre la pendiente ley Helms-Burton sobre Cuba a fin de fortalecer la eficacia del embargo de manera que haga avanzar la causa de la democracia en Cuba.
Tercero, he ordenado que Radio Martí amplíe su alcance. Todo el pueblo de Cuba debe poder conocer la verdad sobre el régimen de La Habana: el aislamiento al que se ha hecho acreedor a través de su menosprecio por los derechos humanos fundamentales y el derecho internacional.
En cuarto lugar, estoy ordenando que se apliquen restricciones adicionales a los viajes dentro de Estados Unidos de funcionarios cubanos que residen aquí, y que se limiten más las visitas de funcionarios cubanos a nuestro país.
Por último, serán suspendidos indefinidamente todos los viajes aéreos chárter desde los Estados Unidos a Cuba.
Estas acciones deliberadas son las más adecuadas por el momento. Responden a La Habana de una manera que sirve a nuestro objetivo de acelerar la llegada de la democracia a Cuba. Pero no descarto otras medidas en el futuro, en caso de que fueran necesarias.
El ataque del sábado fue un espantoso recordatorio de la naturaleza del régimen cubano: represivo, violento, desdeñoso del derecho internacional. En nuestros tiempos, la democracia ha conquistado al mundo, desde Filipinas hace exactamente 10 años, a Europa Central y Oriental, a África del Sur, a Haití, y todas menos una nación en nuestro hemisferio. Haré todo lo que esté a mi alcance para lograr que esta marea histórica llegue a las costas de Cuba.
Permítanme concluir extendiendo en nombre de nuestra familia y nuestro país las más profundas condolencias a los familiares de los que perdieron la vida.
Fuente Martinoticias
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