Waldo Acebo Meireles
A diferencia de Italia el movimiento futurista en Rusia fue básicamente un movimiento literario, no plástico a pesar de ello resaltan figuras de la plástica como Natalia Goncharova y Kasimir Malevich, este último se integró al movimiento cubo-futurismo, para encaminarse paralelamente al suprematismo.
Dentro de los poetas futuristas rusos más de uno también dejaron una obra plástica, por ejemplo David Burlyuk y Vladimir Mayakovsky; Burlyuk, fundador del grupo Gileya en 1910, es considerado el padre del futurismo ruso con la publicación del manifiesto ‘Una bofetada en la cara augusto público’ en diciembre de 1912. Entre los poetas futuristas rusos se encuentran Vasily Kamensky, Velimir Khebnikov, Aleksei Kruchenykh, Igor Severyanin y Boris Pasternak.
Incluso alguno de los pintores como Malevich, Goncharova y Mijail Larionov no sólo buscaron inspiración en la poesía futurista sino que incluso incursionaron y experimentaron ellos mismo con la poesía.
Al igual que los futuristas italianos, los rusos, estaban interesados, y su poesía era motivada, por las complejidades de la vida moderna, la velocidad, el dinamismo, las máquinas, pero a diferencia de los italianos no suscribieron ninguna tendencia política como el fascismo. Renegaban de todo el pasado literario ruso —Dostoevsky, Gogol y en particular Pushkin— consideraban que nada tenían que aportar a la vida moderna, a el progreso tecnológico, lo consideraban un arte estático destinado a ser olvidado
Los futuristas rusos era un grupo cerrado y que se proyectaba agresivamente hacia todo aquello que no estuviese inspirado en el ideario futuristas, incluso si eran futuristas extranjeros; cuando Filippo Tommaso Marinetti visitó Rusia en 1914 con propósitos proselitistas fue rechazado por los futuristas rusos que consideraban que no le debían nada a él.
Una de las primeras obras futuristas, que fue realizada en cooperación, fue la opera ‘Victoria sobre el sol’, con música de Mijail Matyushin y libreto de Aleksei Kruchenykh, fue estrenada en 1913 con una escenografía creada por Malevich, se señala que la primer versión de su cuadro suprematista ‘Cuadrado Negro’, fue presentado en la exposición “Última exposición futurista de pinturas 0,10”en 1915, Petrogrado.
Otra característica del futurismo ruso es el de brindarle especial atención a la tipografía y al arreglo del texto, valoraban a las palabras y su ordenamiento como algo más importante que la métrica heredada de épocas pasadas, el poeta debía organizar las palabras en un poema como el pintor organiza la composición de sus pinturas. Esto es muy evidente en los poemas de Mayakovsky.
La más enigmática característica del futurismo ruso fue el desarrollo de un lenguaje en que las palabras eran despojadas de su significación cotidiana y eran mezcladas de una forma incoherente, lo importante era el sonido, incorporando onomatopeyas y otros sonidos. A esta expresión se le conoció como ‘zaum’ o zaumbi’. El libreto para la opera ‘Victoria sobre el sol’ fue escrita en este lenguaje experimental.
La música futurista rusa desde sus inicios no se limitó sólo al uso de los ruidos sino que aunque experimentó en esta dirección, también creó obras de amplio desarrollo orquestal. Entre las primeras podemos mencionar la ‘Sinfonía de las sirenas’ de Arseny Avraamov, estrenada y ejecutada por única vez en Bakú en 1922. Esta obra de casi 30 minutos de duración requería el empleo de cañones, locomotoras, sirenas de los barcos en el puerto, etc.
Nikolai Foregger fue otro de los compositores futuristas ruso que utilizó ruidos para la creación de sus obras, creando toda una orquesta para producir esos ruidos, la obra que le presentamos de ejemplo pretende, con su ritmo continuo y percutido, representar una maquinaria, esta temática va estar presente en mucha de las obras musicales futuristas.
Otra obra de interés es la banda sonora del documental Dziga Vertov ¡Entusiasmo! Sinfonía del Dombass, 1930, del cineasta soviético Dziga Vertov , mas abajo se puede oír la segunda parte de las diez que conforman la música del filme.
La única obra futurista de Julius Meytuss que conocemos es lo que parece ser un fragmento de una obra mayor: ‘Dneiprostroi’. La única grabación que existe, que yo conozca, es de 1931 con la Orquesta Sinfónica de París bajo la dirección de Julius Ehrlich. En la misma se utiliza solamente los instrumentos de percusión de la orquesta. Hay indicaciones de que la obra forma parte de un ballet dedicado a la construcción de la represa en el río Dnieper.
Sin lugar a dudas la obra más conocida del futurismo musical ruso es ‘Fundición de Acero’ [Zavod] del compositor Alexander Mosolov; esta obra formaba parte del ballet ‘Acero’ [Stal], con ella se quiere expresar la época de la industrialización soviética, compuesta entre 1926 y 1928 le dio celebridad mundial a Mossolov a partir de su estreno en 1931 en París, con la Orquesta Sinfónica de París bajo la dirección de Julius Ehrlich, dos años después Víctor de Sabata también la grabaría, al igual que Arturo Toscanini. Esta obra está en el repertorio de las orquestas más importantes del mundo. ‘Fundición de acero’utiliza una orquesta completa añadiéndole a los instrumentos unas planchas de acero que son percutidas durante la obra. Esta obra de Mosolov fue interpretada en Cuba por la Orquesta Filarmónica de La Habana bajo la dirección de Amadeo roldan en 1937
La influencia de obras como las dos anteriores se hace evidente en Serguei Prokofiev en ‘La fábrica’ de la Suite del ‘Paso de acero’, Op. 41bis; aunque no presenta el uso masivo de la sección de percusión de la orquesta, se enmarca sin dificultad en el espíritu de las obras mencionadas, dentro del lenguaje propio al quehacer musical de Prokofiev.
Otros compositores rusos dentro de la estética futurista fueron Michail Gnesin, Nikolai Roslavets, Lev Knipper, Alexander F. Goedicke, Julian Krein, Georg Krikor, Arthur-Vincent Lourié y hasta Dmitri Shostakovich en alguna que otra composición, como en el ballet ‘La edad dorada’ [1930] utilizó elementos propios del futurismo, este ballet fue prohibido ya que algunos de sus temas tenían influencia occidental[1].
El futurismo chocó casi de inmediato con el poder soviético y aunque poetas como Mayakovsky trataron de enfrentar la burocracia y mantener que el arte de vanguardia era el que correspondía a la nueva sociedad que se pretendía construir, esos intentos fueron en vano.
Stalin nunca se llevó bien con los compositores, al parecer no entendía y por tanto sospechaba de sus obras, a finales de los 40’ atacó duramente a Aram Kachaturian, Prokofiev y Shostakovich, que fueron relegados prácticamente al ostracismo, sus reacciones fueron muy diversas: Kachaturian no entendia lo que le había pasado; Prokofiev no se daba cuenta de lo que estaba pasando y Shostakovich si sabía lo que pasaba y el por qué y se sintió aplastado.
Un triste ejemplo de las consecuencias del choque de las ideas futuristas con el estalinismo es el caso del compositor Vladimir Deshevov su última obra dentro de las estética futurista fue la ópera ‘Hielo y Acero’ sobre la sublevación anti-soviética de 1921 en Kronstadt fue representada una sola vez en 1930 y se le ‘aconsejó ‘que se fuera a Uzbekistán y que allí estudiara la música folclórica. Actualmente solo es interpretada su obra para piano ‘Railes’; y en el 2007 la Saarländisches Staatstheater de Alemania rescató y puso en escena su ópera.
David Burlyuk fue de los primeros que emigró, al igual que Malevich y otros pintores vanguardistas, aquellos que permanecieron se limitaron a las formas aceptadas del realismo socialista, por ejemplo, ni Meytuss, ni Mossolov volvieron a escribir obras dentro del marco futurista, ambos escribieron obras para coros con mensajes acordes con los intereses del partido comunista. Hacia mediados de los años 30 el futurismo así como las otras corrientes artísticas de vanguardia en la Unión Soviética habían desaparecido del entorno cultural.
Ejemplos:
Alexander Mossolov – Fundición de acero 1926-28 [primera grabación de 1931 con la Orquesta Sinfónica de París bajo la dirección de Julius Ehrlich] [hacer clic aquí]
Arseny Avraamov – Sinfonía de las Sirenas 1922 – fragmentos [hacer clic aquí]
Dziga Vertov -¡Entusiasmo! Sinfonía del Dombass II fragmento de la banda sonora para el documental de ese nombre 1930 [hacer clic aquí]
Julius Meytu – Dneiprostroi [primera grabación y única conocida de 1931 con la Orquesta Sinfónica de París bajo la dirección de Julius Ehrlich] [hacer clic aquí]
Vladimir Deshevov Raíles [hacer clic aquí]
Para oir fragmentos de la ópera ‘Hielo y Acero’ de Deshevov hacer clic aquí y aquí
Mikhail Matiushin – Victoria sobre el sol Act 1 – Canción del Matón 1913 [hacer clic aquí]
Nikolai Foregger y su Orquesta de ruidos -Danzas mecánicas [hacer clic aquí]
Serguei Prokofiev Suite del Paso de acero, Op. 41bis – IV. La fábrica [hacer clic aquí]
Dmitri Shostakovich – Ballet La edad dorada Football Marcha [1930] [hacer clic aquí]
Vladimir Mayakovsky poema leído por Lila Brik – De calle a calle [hacer clic aquí]
Mikhail Lorionov, poema: Ozz… [hacer clic aquí]
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