El retrato del joven Kim

Kim y Diaz Canel

Waldo Acebo Meireles

No creo que tenga el mismo valor y significado que ‘El retrato de Doran Gray’  pero la prensa le ha dado  una valoración un tanto excesiva, y ha producido una diversidad de análisis impresionante considerando la mediocridad del objeto.

Lo menos que han dicho es que con ese retrato se eleva la dignidad e importancia de Kim jr. A la altura de sus antecesores Kims que hasta ahora eran los únicos que disfrutaban de tan excelsa iconografía. Por mi parte yo quiero agregar un par de aspectos que nadie ha tocado: el retrato carece del hieratismo que padecían los del padre y abuelo, en este el junior está sonriente, mostrando toda la dentadura, casi al punto de la carcajada, el sanguinario autócrata está representado como un tipo fácil, de buen humor, cordial y casi que diríamos que cariñoso, se ve que no perdió su partido la mayoría en el Congreso, ya que ni hay otro partido, ni tan siquiera hay Congreso. Además está vistiendo al estilo occidental y no el habitual atuendo que generalmente   usa y usaron sus antecesores.

Lo otro que quisiéramos destacar es que no me explico por qué esperó hasta la visita de un aprendiz de dictadorzuelo como Díaz-Canel para hacer público la que seguro se va a convertir en una venerada imagen para el pueblo coreano [del norte naturalmente] cuando ha tenido mejores oportunidades para publicitar su santa efigie.

Por otra parte dejemos sentado que sin justificación alguna eleva la dignidad ─es un decir─ de Miguelito a la suya y francamente no hay comparación, el barbero del cubano es mucho mejor, es cierto, pero ni se reúne con Trump ni tiene armas atómicas, aunque si también a un pueblo sometido y hambreado.

Me quedan algunas dudas: ¿por qué el pintor que realizó los dos cuadros, tiene que ser el mismo se ve en la maestría del trazo, la calidad de la paleta así como en el mismo tono del fondo, no le puso al cubiche una sonrisa comparable a la del coreano?

Y finalmente si Kim le regaló la excelsa obra a Díaz-Canel qué hará este con ella, no creo que la ponga en su despacho, eso sería algo peligroso, así que lo más probable es que la lleve para su casa y si la mujer lo deja la ponga de adorno en la sala. Pero no hay problema le salió de gratis y ninguna institución benéfica tuvo que pagarla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Acerca del autor

Waldo Acebo Meireles
(La Habana, 23 de noviembre de 1943 - Hialeah, 23 de abril de 2022). Profesor de Historia, recibió la Orden Félix Varela por sus aportes a la enseñanza de la Historia de Cuba al introducir en la misma la enseñanza de la Historia Local. Es autor del manual para los maestros y profesores de las vías de vinculación de las historias locales a la enseñanza de la historia nacional. Contribuyó a la redacción de los textos de Historia para la enseñanza media. Como asesor del Instituto de Geodesia y Cartografía redactó el Atlas de Historia Antigua y Medieval. Autor de la Historia del Municipio de Arroyo Naranjo. Presidió la Comisión de Historia de la Provincia Habana. Fungió como vicepresidente de la Unión de Historiadores de Cuba. Como profesor invitado del Instituto Pedagógico para América Latina impartió cursos de post-grado y maestría. Hasta su fallecimiento trabajó en la investigación de la historia de Hialeah donde residió desde su llegada a los EE.UU.

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