Después de un elefantino embarazo de 675 días al fin se produjo el tan esperado parto, ─para muchos el embarazo ha resultado un tanto embarazoso─ y tenemos un resultado bastante mezquino, pequeño, diminuto, y también para muchos, inesperado. Para complacencia de trumpistas y decepción de los anti.
Ahora queda en el aire la cuestión lo de la obstrucción de la justicia, inexplicable si no había ningún motivo para tratar de frenar un procedimiento legal si el pretenso culpable se sabía inocente, o no culpable. En buen cubano, ¿cómo se come esto? Nada, que nuestro Presidente es no solo confuso, confundido y a veces contundente, lo es para quienes los estiman y desestiman.
Es que como podría decir un patético imitador del difunto Bustrófedon: La aberrada, aberrante abigarrada, abrumadora y brumosa, pero nunca aburrida psiquis de Trump no solo es inextricable sino quizás sea tremendamente engañosa y teatral. ¿Es que no ha estado tomando el pelo a todos?, a tirios y troyanos. Quizás, con este personaje sicofante sofocleano, que sofoca, todo es posible.
Lo cierto es que por lo menos, y de seguro, la ‘cacería de brujas’ no va a terminar y aunque Washington no sea Salem algún juicio va a aflorar, sea por fondos festinados, o por exagerado nepotismo, o por insegura violación de las reglas de seguridad, o por quebrantamiento de las quebradizas éticas estatales.
Continúa el show, y el payaso saldrá a la escena refocilado, renacido, renovado, revivido, y se regodeará, en sus tuites, del resultado del estruendoso parto dominical, que, inexplicablemente esperó temeroso en su campdavis floridano.
En este circo, de solo dos pistas, de la campaña electoral se empeñará en abrumar la extensamente democrática de los demócratas apostillando, por cierto generalmente adecuados, apodos ─ya comenzó con ellos─ a los novatos en esa arena circense. Y cuando vea, piense, o barrunte que hay algún peligro en una cuerda floja mal tensada, lanzara su reclamo, ya anteriormente lo hizo, que las elecciones están amenazadas, arregladas, amañadas.
Solo queda la espera de las elecciones del 2020, esperemos que los electores tengan luz larga, una visión 20-20.
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