Por Waldo Acebo Meireles
En el logo, o escudo, de Hialeah aparece un indio, un seminola, con el brazo levantado, no sabemos si esta parando una guagua La Conchita, o comprobando si está lloviendo, o como dice la historia, o la leyenda, está señalando y nombrando el lugar que hoy conocemos como Hialeah.
Según la más aceptada versión, los hechos ocurrieron de la siguiente manera:
- Hey Jack — Asi es como dicen que se llamaba, seguramente su nombre era otro pero no tenemos que atener a lo conocido: Jack Tigertail — ¿Cómo se llama esto?
Y Jack, que como es lógico no comprendía muy bien el inglés, entendió qué cosa es esto, y entonces respondió, pensando; ¡coño que bruto son estos rubios, eso se ve a la legua!:
- Hi-a-le-ah[i] — Señalando la llanura bastante encharcada que tenían delante. No, no, Jack no era gago es que así escribían Hialeah en los primeros folletos impresos para promocionar la venta de terrenos, que aunque un tanto encharcados, pensaban promover.
Y promovieron. Se construyeron canales, se elaboraron planos, se construyó un inmenso Jack Tigertail[ii] [tenía, calculamos, unos 25 pies de altura] con el brazo extendido suponemos que de madera prensada o algo similar; se organizaron excursiones navegando por el río Miami, y en unas guaguitas muy simpáticas que tenían que hacer un largo recorrido para llegar a su destino. Después se construyó el puente levadizo que une Hialeah con Miami Spring, ya no es levadizo pero se han conservado las estructuras metálicas que permitían elevar el puente.
El genio comercial de los promotores, de los cuales hablaremos en otro momento, generó decenas de inventivas publicitarias e incluso promovió algunas técnicas novedosas para la época.
Un ejemplo de ello fue un vehículo que abriendo sus costados y extendiendo una especie de tienda de campaña se convertía en una vivienda provisional mientras se esperaba la finalización de la definitiva. No tengo información de si alguien utilizó ese lejano antecedente de los vehículos que hoy llamamos casa móvil, ni si ese abuelo de los “Motor Homes” de la actualidad en realidad era algo viable.
Como vemos el lema de Hialeah: “the City of Progress”, se cumplía desde sus lejanos inicios allá por la década del 20’ del siglo pasado.
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