Documentos del Partido Comunista publicados el martes dieron cuenta del camino por el que transitará la nación caribeña en lo económico y social en el futuro próximo, regulando formas de producción no estatal que ya venían gestándose desde que el presidente Raúl Castro flexibilizó el trabajo independiente del Estado en 2010 y florecieron emprendimientos antes impensables.
La propuesta admite «pequeños negocios realizados por el trabajador y su familia» y «empresas privadas de mediana, pequeña y micro escalas, según el volumen de actividad», según expresó uno de los dos textos.
La propuesta del partido deberá pasar ahora por la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento, para tomar forma práctica y legal.
De todas formas el documento insistió que la prioridad en la isla será la gestión y empresa estatal, que trabajarán temas estratégicos del país como la industria militar, la educación o salud.
Castro dejó claro en el congreso partidario y en declaraciones anteriores que las reformas solo serán económicas y no habrá modificaciones en el sistema monopartidista en la isla.
«Para mí es algo importantísimo. Están haciendo jurídicamente el sector no estatal de la economía, oficializa ese sector», dijo a la AP el economista Alfonso Valentín Larrea, director general de Scenius, una cooperativa de asesoría financiera en la isla.
Larrea estimó que unos 6.000 emprendimientos «son pequeñas y medianas empresas que no están reconocidas como tal».
Las autoridades informaron en marzo que en la isla había 507.000 personas inscriptas como trabajadores por cuenta propia, comparado con 150.000 de finales de la década pasada.
Al calor de las medidas de Castro y paulatinamente desde 2010, algunas personas pusieron negocios que terminaron convirtiéndose de hecho en empresas y microindustrias, pero sus dueños se quejaban de no contar con garantías legales, sin abastecimiento de insumos o políticas tributarias que los ampararan, entre otros.
Algunos emprendedores vieron esta nueva medida como una oportunidad para avanzar.
«Con lo que hay ya llegué hasta un punto, ahora con mi creatividad y trabajo podría seguir un paso más, crecería», explicó a la AP Vanessa Arocha, una arquitecta de 56 años de edad que fabrica bolsos y carteras.
Tanto ella como Larrea mencionaron que un reconocimiento de persona jurídica les podría eventualmente permitir traer insumos desde el extranjero, por ejemplo, algo que ahora solo pueden hacer las agencias del Estado cubano.
«Podría importar cosas como herrajes, zipper (cremalleras) o vinil. Ahora tengo que estar al tanto de cuando vienen los contendores» que trae el Estado, comentó Arocha, quien también mencionó que su negocio podría capitalizarse con mejor infraestructura y generar empleo. «Ser una empresa sería una experiencia nueva, de la que sabemos poco…pero algo muy positivo».
El gobierno y el partido admitieron que las reformas económicas se producen por la «necesidad de movilizar recursos no estatales –internos y externos–, para la recuperación de la producción y los servicios, la modernización de la infraestructura y del plantel productivo, imprescindibles para el desarrollo», expresó el texto de las propuestas partidarias.
«El reconocimiento de las formas no estatales de propiedad y gestión contribuye a la liberación de las fuerzas productivas», agregó.
Los documentos, uno sobre la «conceptualización del modelo económico» y otro sobre el «plan de desarrollo» hasta el 2030 emanaron del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) realizado en abril pasado y que no se habían hecho públicos hasta ahora a pesar de la queja de muchos ciudadanos que esperaban tener en blanco y negro lo aprobado en las sesiones partidarias.
El PCC, con sus 670.000 miembros, es el único partido con reconocimiento legal y constitucionalmente debe guiar los pasos de la isla en materia de economía y sociedad, lo que lo convierte en una organización tan poderosa como el ejecutivo.
Fuente: americatv
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